sábado, 19 de noviembre de 2011

¿Están despertando los economistas por fin?

A tenor de la noticia de "Máxima indignación en Harvard: Los alumnos de la cátedra de Introducción a la Economía de la Universidad Harvard exigen nuevas perspectivas académicas", he decidio explicar un poco lo que están intentando hacer estos alumnos.

La base "científica" de la teoría económica de Adam Smith es la distinción entre Valor de uso y Valor de cambio.

El valor de uso sería que un bien está determinado por sus condiciones naturales, la aptitud que posee un objeto para satisfacer una necesidad.

El valor de cambio sería la proporción en que se intercambian diferentes valores de uso en el mercado. Se considera una mercancía a un bien económico que, además de poseer valor de uso, posee valor de cambio porque su ideal es ser intercambiado por valores de uso diferentes. Por extensión, también se usa valor de cambio como sinónimo de mercancía. También se le llama, cuando no conduce a confusión, simplemente valor.

En consecuencia (siguiendo este razonamiento), el valor de cambio, es decir la proporción en que se intercambian las mercancías entre sí, según la teoría del valor-trabajo, es una medida cuantitativa determinada por el tiempo de trabajo abstracto, es decir el tiempo de trabajo socialmente necesario para producirlas. Así, el patrón de medida por el cuál se intercambian las mercancías es el tiempo de trabajo socialmente necesario para producirlas. Si una mercancía vale lo mismo que otra es porque ambas requieren el mismo tiempo trabajo para producirlas bajo las mismas condiciones sociales de trabajo. Este valor es independiente por tanto del uso específico que tengan esas mercancías o sea independiente de su valor de uso.

A partir de aquí, el señor Adam Smith monta todo su tinglado que a todas luces es una una falacia.

¿No os habéis dado cuenta de por qué las bases de su teoría económica es errónea?

Cualquier bien tiene un valor (según esta teoría) que viene dado por lo que cuesta producirla al trabajador. Pero ¿y las materias primas? La tierra sin propietario, el agua de lluvia, el aire que respiramos.

Adam Smith diría que también tienen un valor. ¿Qué valor se le puede dar a esto?

"Los mercados" (así entre comillas, como si existiera una conciencia externa) no podrían decir qué valor puede tener estos bienes.

No hay problema: se "privatiza" el aire y mercadeamos con él con el Protocolo de Kyoto. ¡Ah! ¿Que no sabíais que habíamos privatizado el aire? Bueno, ya os enterareis cuando saquemos un impuesto por el aire que respiras.

Recapitulando: el valor de uso dice que cualquier bien tiene un valor intrínseco. MENTIRA. El valor que se les da a las cosas va en función de lo importante que sea para nosotros en un determinado momento.

Y aquí chocan todas la teorías económicas actuales basadas en la de Adam Smith con la lógica. Si cualquier bien tiene un determinado valor intrínseco (valor de uso), su precio (valor de cambio) no podría bajar nunca de este precio.

Y sin embargo todos hemos visto como mercancías que valían un pastón en un momento dado, al final terminaban regalándolas con la compra de un yoghurt (es un ejemplo).

domingo, 13 de noviembre de 2011

Puthulhu III





jueves, 10 de noviembre de 2011

Puthulhu II




sábado, 5 de noviembre de 2011

Puthulhu






viernes, 4 de noviembre de 2011

Complementos









jueves, 3 de noviembre de 2011

¿Cyberqué?









miércoles, 2 de noviembre de 2011

War Games IV