Cuando los integristas cristianos (no tanto los judíos, que son un poco más estudiados en esto de la Biblia) se obcecan en decir que la Biblia es la palabra de Dios, que la Biblia es la palabra de Dios, que la Biblia es la palabra de Dios, que la Biblia es la palabra de Dios, etc. Parece que no se preguntan qué hombre u hombres plasmaron esta "palabra de Dios" y en qué fecha.
Yo que siempre he sido muy curiosón (incluso antes de entrar en el seminario) ya tenía alguna idea de lo que los grandes estudiosos de la Biblia pensaban sobre cómo estaba compuesta la Biblia.
Según esos eruditos de la Biblia, en ella hay 4 fuentes (textos originales diferenciados) dentro del antiguo testamento. Estas fuentes son:
*Fuente Yavista, se le llama así, porque designa a Dios como Yahvé. Nacida en la época de Salomón (y por tanto la primera en escribirse). En esta el rey ocupa un lugar importante, es por eso que se le intenta identificar a Dios como Rey.
*Fuente Elohista, llama a Dios Elohim. Nace sobre el 750 a. de C. , en el reino del norte (el reino unido se dividió en dos reinos en el 933 a. de C. , el del norte y el reino de Judá).
*Fuente Deuteronomista. De halla fundamentalmente en el Deuteronomio, pero su influencia a veces abarca otros libros. Comenzó en el reino del norte y acabó en el de Judá.
*Fuente sacerdotal: Nacida durante el destierro de Babilonia (587 a. de C. - 538 a. de C. ). Se releen los textos antiguos para mantener su fe y la esperanza del pueblo. (No le voy a colocar ningún color porque no aparece en el texto que viene a continuación).
Estas cuatro tradiciones se "fundirán" (con más o menos acierto) en el Pentateuco. Este trabajo se termina sobre el año 400 a. de C. y se le atribuye al sacerdote Esdras.
A continuación cómo sería el relato de la huida de Egipto si le pusiéramos a cada tradición un color diferente:
17 Cuando Faraón dejó salir al pueblo, Dios no los llevó por el camino de la tierra de los filisteos, aunque era más corto; pues se dijo Dios: "No sea que, al verse atacado, se arrepienta el pueblo y se vuelva a Egipto."
18 Hizo Dios dar un rodeo al pueblo por el camino del desierto del mar de Suf. Los israelitas salieron bien equipados del país de Egipto.
19 Moisés tomó consigo los huesos de José, pues éste había hecho jurar solemnemente a los israelitas, diciendo: " Ciertamente Dios os visitará, y entonces llevaos de aquí mis huesos con vosotros."
20 Partieron de Sukkot y acamparon en Etam, al borde del desierto.
21 Yahveh iba al frente de ellos, de día en columna de nube para guiarlos por el camino, y de noche en columna de fuego para alumbrarlos, de modo que pudiesen marchar de día y de noche.
22 No se apartó del pueblo ni la columna de nube por el día, ni la columna de fuego por la noche.
1 Habló Yahveh a Moisés, diciendo:
2 "Di a los israelitas que se vuelvan y acampen
frente a Pi Hajirot, entre Migdol y el mar, enfrente de Baal Sefón. Frente a ese lugar acamparéis, junto al mar.
3 Faraón dirá de los israelitas: "Andan errantes en el país, y el desierto les cierra el paso." 4 Yo endureceré el corazón de Faraón, y os perseguirá; pero yo manifestaré mi gloria a costa de Faraón y de todo su ejército, y sabrán los egipcios que yo soy Yahveh." Así lo hicieron.
5 Cuando anunciaron al rey de Egipto que había huido el pueblo, se mudó el corazón de Faraón y de sus servidores respecto del pueblo, y dijeron: "¿Qué es lo que hemos hecho dejando que Israel salga de nuestro servicio?" 6 Faraón hizo enganchar su carro y llevó consigo sus tropas.
7 Tomó seiscientos carros escogidos y todos los carros de Egipto, montados por sus combatientes.
8 Endureció Yahveh el corazón de Faraón rey de Egipto, el cual persiguió a los israelitas, pero los israelitas salieron con la mano alzada.
9 Los egipcios los persiguieron: todos los caballos, los carros de Faraón, con la gente de los carros y su ejército; y les dieron alcance mientras acampaban junto al mar, cerca de Pi Hajirot, frente a Baal Sefón. 10 Al acercarse Faraón, los israelitas alzaron sus ojos, y viendo que los egipcios marchaban tras ellos, temieron mucho los israelitas y clamaron a Yahveh.
11 Y dijeron a Moisés: "¿Acaso no había sepulturas en Egipto para que nos hayas traído a morir en el desierto? ¿Qué has hecho con nosotros sacándonos de Egipto? 12 ¿No te dijimos claramente en Egipto: Déjanos en paz, queremos servir a los egipcios? Porque mejor nos es servir a los egipcios que morir en el desierto."
13 Contestó Moisés al pueblo: "No temáis; estad firmes, y veréis la salvación que Yahveh os otorgará en este día, pues los egipcios que ahora veis, no los volveréis a ver nunca jamás.
14 Yahveh peleará por vosotros, que vosotros no tendréis que preocuparos."
15 Dijo Yahveh a Moisés: "¿Por qué sigues clamando a mí? Di a los israelitas que se pongan en marcha.
16 Y tú, alza tu cayado, extiende tu mano sobre el mar y divídelo, para que los israelitas entren en medio del mar a pie enjuto.
17 Que yo voy a endurecer el corazón de los egipcios para que los persigan, y me cubriré de gloria a costa de Faraón y de todo su ejército, de sus carros y de los guerreros de los carros.
18 Sabrán los egipcios que yo soy Yahveh, cuando me haya cubierto de gloria a costa de Faraón, de sus carros y de sus jinetes.
19 Se puso en marcha el Ángel de Yahveh que iba al frente del ejército de Israel, y pasó a retaguardia. También la columna de nube de delante se desplazó de allí y se colocó detrás,
20 poniéndose entre el campamento de los egipcios y el campamento de los israelitas. La nube era tenebrosa y transcurrió la noche sin que pudieran trabar contacto unos con otros en toda la noche.
21 Moisés extendió su mano sobre el mar, y Yahveh hizo soplar durante toda la noche un fuerte viento del Este que secó el mar, y se dividieron las aguas.
22 Los israelitas entraron en medio del mar a pie enjuto, mientras que las aguas formaban muralla a derecha e izquierda.
23 Los egipcios se lanzaron en su persecución, entrando tras ellos, en medio del mar, todos los caballos de Faraón, y los carros con sus guerreros.
24 Llegada la vigilia matutina, miró Yahveh desde la columna de fuego y humo hacia el ejército de los egipcios, y sembró la confusión en el ejército egipcio.
25 Trastornó la ruedas de sus carros, que no podían avanzar sino con gran dificultad. Y exclamaron los egipcios: "Huyamos ante Israel, porque Yahveh pelea por ellos contra los egipcios."
26 Yahveh dijo a Moisés: Extiende tu mano sobre el mar, y las aguas volverán sobre los egipcios, sobre sus carros y sobre los guerreros de los carros."
27 Extendió Moisés su mano sobre el mar,
y al rayar el alba volvió el mar a su lecho; de modo que los egipcios, al querer huir, se vieron frente a las aguas. Así precipitó Yahveh a los egipcios en medio del mar,
28 pues al retroceder las aguas cubrieron los carros y a su gente, a todo el ejército de Faraón, que había entrado en el mar para perseguirlos; no escapó ni uno siquiera. 29 Mas los israelitas pasaron a pie enjuto por en medio del mar, mientras las aguas hacían muralla a derecha e izquierda.
30 Aquel día salvó Yahveh a Israel del poder de los egipcios; e Israel vio a los egipcios muertos a orillas del mar.
Bien, pues si leemos el texto más antiguo, (la fuente Yahvista) vemos que según esta tradición, el faraón fue tras sus esclavos enganchando 600 carros (en Hebreo, el 7 es lo completo y el 6 lo imperfecto o incompleto, es decir, que no fue todo el ejército del Faraón) pero no pudieron avanzar por una "columna de nube" y que el que pudieran pasar los israelista fue porque durante toda la noche sopló un viento que "secó" esa parte del mar. Ambas explicaciones de formato más bien anecdótico/metereológico.
Si miramos la fuente Elohísta (más nueva que la Yahvista) vemos que se preocupa por los huesos de José (había nacido en el reino del norte) y que (ahora sí) va todo el ejército del Faraón tras los israelitas. Aparecen, también, las dudas del pueblo frente a Moisés y, oh sorpresa, nada de causas metereológicas, si no el mismo Ángel del señor que se pone en medio de los israelitas y los egipcios.
Finalmente, llegamos a la fuente más "nueva" pero también la más teológica (los sacerdotes metieron mucha más mano que en las anteriores). Aquí desde un principio ya hay una columna de fuego delante de los israelitas (además de la nube). Aparece Yahvé que hace que obligue al faraón a ir detrás de los israelitas para que su victoria sea más grande... Es decir, que es Yahvé el que realiza los designios sobre su pueblo y no las inclemencias metereológicas. Además es en esta tradición (y no en ninguna de las anteriores) que Moisés "separa" (y no "seca") el mar para que pase el pueblo de Israel y después extiende la mano para que las aguas se traguen a los egipcios.
Vemos como de algo que pudo haber sido una escaramuza entre una patrulla egipcia contra 4 pelagatos israelitas se convierte en la muerte de todo el ejército egipcio frente a todo el pueblo de Israel.
Y es que lo peor son las habladurías, jejejeje.
domingo, 24 de febrero de 2008
La Biblia, la "única" palabra de Dios
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 Personas humana han comentado:
yo no se como puedes saberte esas cosas tan frikis de religion a la vez conocer todas las razas del universo star wars
Publicar un comentario