lunes, 24 de diciembre de 2007

Entrevista con el Diablo. Primera parte

Estaba yo el otro día comiéndome unas tostadas con mantequilla, cuando reparé en un tipo que con cara pintada de rojo, cuernos, rabo y tridente estaba al lado mía tomándose un carajillo y un coñac (todo rebujado).

- Buenas, me recuerda usted a alguien –le dije.

- Eso lo ocurre a casi todos, es que soy el demonio.

Mi corazón dio un vuelco. ¡Qué notición! El demonio, al lado mía desayunando (bueno, más o menos).

- ¿Disculpe, le molestaría que le hiciera una entrevista? Es que estoy seguro de que en mi blog quedaría de puta madre una entrevista a su persona.

- Claro, no hay problema. Tengo todo el tiempo del mundo hasta el fin de los tiempos.

- Muy bien... Hmm... Joder, con una personalidad como la suya y resulta que ahora no se me ocurre qué preguntarle.

- No se preocupe que ya verá cómo las preguntas afloran poco a poco.

- Vale, ya sé. Primera pregunta: ¿Existe Dios?

- Anda que vaya pregunta... Es como si preguntases a MAC si existe Windows.

- Joder, tiene usted razón. Otra pregunta. ¿Cómo es el infierno?

- ¿El infierno? Esa pregunta sí que es buena. En realidad no existe un cielo o un infierno: lo que existe es un lugar donde van todas las almas y en el que todas se llevan bien en amor y buen rollito.

- ¿Entonces si alguien muy pecador muere, va junto con Teresa de Calcuta?

- Claro, y junto con Lady Di.

- Pero entonces da igual ser bueno o malo, ¿no?

- Hombre, hay una sutil diferencia: si te jode llevarte bien con los demás y que los demás sean buenos hasta grados infinitos, cuando te mueres y te ves rodeado de gente así, pues es como si fuera tu infierno particular.

- Entonces, ¿existe el infierno?

- Bueno, si quieres verlo así: existe un infierno particular.

- Bueno otra cosa. ¿Qué me dices de los pecados capitales?

- Uy, no me gustó el final de Seven. Brad Pitt llorando como una maricona me pareció de lo más insustancial y prosaico.
- Estoooo, creo que la palabra prosaico no viene al cuento en esa frase.

- No me vayas a contradecir ahora que te meto una legión de diablos en el cuerpo como sigas así, ¿eh?

- Disculpe usted. Siguiente pregunta. Esta pregunta se lo han estado haciendo durante muchísimo tiempo los judíos, católicos y musulmanes. ¿Por qué entregaste una manzana? ¿Bill gates te pagó para que fuera ese fruto?

- Ya estamos otra vez con la maldita manzana de los cojones. A ver. Que en ninguna parte de la Torah ni de la Biblia pone que fuera una manzana. Eso fue “obra” de algunos pintores del renacimiento, que tenían que poner algún fruto y tomaron la manzana como tal.

- ¿... y Bill Gates...?

- Bueno, algo ha tenido que ver, lo reconozco.



Continuará...

3 Personas humana han comentado:

Inma dijo...

Y no le preguntaste porqué David Linch dejó un final tan confuso para Twin Peaks y si piensa terminar de alguna forma la serie??!!!

Lobo dijo...

¡MOAR!

Anónimo dijo...
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