1. f. Conjunto de creencias o dogmas acerca de la divinidad, de sentimientos de veneración y temor hacia ella, de normas morales para la conducta individual y social y de prácticas rituales, principalmente la oración y el sacrificio para darle culto.
2. f. Virtud que mueve a dar a Dios el culto debido.
3. f. Profesión y observancia de la doctrina religiosa.
4. f. Obligación de conciencia, cumplimiento de un deber. La religión del juramento.
5. f. orden (‖ instituto religioso).
Hoy voy a hablar sobre las religiones de hoy en día.
No voy a hacer una disertación sobre cristianos (católicos, protestantes, ortodoxos, coptos...), judíos, musulmanes, budistas, sintoístas, sincretismo... No. Voy a hablar de todo aquello que es una religión para nosotros pero que no lo llamamos como tal.
Empecemos por la más fuerte de todas en la actualidad:
1) El dinero
Hemos divinizado al vil metal tanto que ni nos planteamos otra forma de vivir que no sea así. La interiorización de "vivir para conseguir más dinero" hace que mucha gente se meta en más líos de los que debería.
- Sí, pero la gente es mayorcita y el dinero es necesario para vivir, ¿no?
Eso sí: la gente puede hacer lo que le salga de su in-conciencia. El problema llega cuando de su forma de actuar "jode" a otras personas.
¿Qué quiero decir con esto?
Os pondré un ejemplo muy ilustrativo sobre una frase que decía un cura amigo mío sobre los ricos:
- Fernando, los ricos o son ladrones o son hijos de ladrones.
Y respecto a que el dinero es necesario para vivir, estoy completamente de acuerdo. Otra cosa es el ansia de dinero para poder consumir sin medida y de forma desproporcionada para en el momento en que "compras" lo que querías sentirte vacío y tener que buscar más dinero porque se te haya antojado otra cosa "mejor" que la anterior.
Y con la frase anterior llegamos a la segunda religión:
2) El consumismo
Es una serpiente con dos cabezas. O si queréis una pescadilla con cabeza y cola. Por un lado tenemos el dinero (la cabeza) y por el otro el consumo (la cola). Sin consumo, no habría dinero... Al menos el concepto de dinero que tenemos hoy en día.
Para que pueda existir esas grandes bolsas de deuda que existen hoy en día (la deuda no es más que la promesa de pagar un dinero a un banco o caja), tiene que existir una gran confianza. Para que exista esa gran confianza debe existir un mercado de consumo grande para que el dinero fluya y refluya en todas direcciones y de esa manera pueda existir una gran capacidad consumo porque haya dinero para poder seguir y... Al final la pescadilla que se muerde la cola.
El problema de esta forma de concebir la economía es que los precios SIEMPRE subirán, porque la ganancia que obtienen los bancos y cajas debe salir de algún lado.
Otro gran fallo de esta forma de concebir la economía moderna es que está basado en unos supuestos erróneos. Según los principios de la nueva economía (nueva más o menos), si quieres vender un producto lo único que tienes que hacer es calcular cuanto te ha costado el realizarlo y subiéndole el precio un 10% (mínimo) sabrás por cuanto lo puedes vender. Este razonamiento es erróneo porque es imposible por definición saber cuanto "te cuesta" el agua de lluvia que te cae en la cabeza. Es decir: los recursos naturales NO son mensurables en este tipo de razonamiento porque pertenecen a TODOS (a la comunidad) y no se puede vender/comprar porque es un bien... Y un bien escaso.
Después de este tochazo, pasamos a lo que es el consumo como Dios: una forma de vivir al día ya sea porque "necesitamos" el último coche, o "no tengo nada que ponerme" (decir esta frase mirando el armario de cuatro puertas con la ropa saliendo por fuera por la cantidad que se posee), o "tengo lo último de...", u "otra taladradora que la anterior no tenía para recoger la virutas que soltaba y esta sí"...
3) La ciencia y el utilitarismo
Llegamos a un punto peliagudo en esto de las religiones de hoy en día. Hay mucha gente que toma como el Dios antiguo la ciencia moderna. Lo que no es demostrable por la ciencia, o bien no existe o bien es mentira. Por otro lado tenemos el "todo debe servir para algo". Un pensamiento que ha hecho y sigue haciendo mucho daño a cualquier rama de letras como por ejemplo la filosofía: "...entonces, ¿no sirve para nada?. Pues vaya mierda".
Lo más extraordinario de estos nuevos dioses es que entre ellos se "apoyan". Ahí tenemos a los economistas que dan fundamento "científico" a las fluctuaciones del mercado del dinero. Pero vamos a ver. Si la economía fuera una ciencia exacta, los que la estudian serían ricos. Y no es así: la economía sirve solo para explicar por qué ha ocurrido algo (bueno o malo) en el ámbito económico, pero siempre a posteriori (qué curioso, ¿verdad?).
Bueno, creo que con este tochazo hoy vais más que listos. Ya sabéis: Too long, don't read.
Intentaré, dentro de poco, continuar con el viaje a Túnez que aún queda mucho que contar.
1 Personas humana han comentado:
Hola ioputa, me ha gustado mucho esta actualización, a ver si la continuamos pronto.
Publicar un comentario