Todo comenzó hará un año. Por las cámaras, sobre la 3 de la mañana, vi un zorrillo que iba tras el rastro de los conejos que habían pasado hacía una hora. Sin duda estaba rastreándolos. No había visto nunca un zorro. Tenía una cola espectacular, preciosa.
Lo último fue esta mañana. Volviendo de Dos Hermanas entré en una rotonda y por mi izquierda volaba un pájaro que se posó en la señal de la rotonda. Era un autillo.
Entre medio de todo esto unas reflexiones de cómo últimamente los animales "salvajes" están más acostumbrados al hombre que cuando yo era pequeño: gorriones con poquísima vergüenza saltando al lado mía cuando camino, o mirlos en el parque mirando desde lo alto para ver qué estamos haciendo.
Una lechuza voló una madrugada este invierno desde el puesto de control que yo estaba y pasó por encima de la fábrica. Un espectáculo bellísimo.
Hará dos semanas vi una pareja de abejarucos al borde de la carretera y otro más volando cerca.
O un búho enorme (no sé si era un búho real) que voló casi cruzándose con mi coche pero muy por encima mía.
Cuando era pequeño era muy diferente. Los niños de mi edad, animal que cogían, animal que mataban. Lo único que podías ver de cerca eran las palomas del parque de ídem que se te tiraban encima porque creían que tenías comida para ellas.
No tengo respuestas, solo preguntas.
miércoles, 21 de mayo de 2008
Naturaleza
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