Viaje a Londres 2

ATENCIÓN: TOCHO PÁWER

(Quien avisa...)

Continuamos con la segunda parte del viaje a Londres.

Nos levantamos temprano. Curiosamente allí amanece más temprano y anochece más tarde (al menos en verano, cuando fuimos nosotros), esto es debido a que al estar más cerca de los polos... Bah, no voy a hacer un post cultural, si no de vacaciones. Sigamos pues.

En la habitación había un calentador de agua eléctrico y bolsas de té y de café.

El hotel (por cierto) excelente. La única pega es que estaba "algo" lejos de la estación de metro más próxima (entre 10 y 15 minutos andando).

Compramos billetes de un día (no salía a cuenta comprar billetes de 3 días porque íbamos a estar 2 y la vuelta al aeropuerto) de dos zonas para los adultos y de 7 zonas para Ale (era el mínimo, jejeje). De cabeza al metro de Londres.

Impresionante una chica que en pleno traqueteo fue capaz de rizarse las pestañas. Las mujeres se atusaban en el metro y los hombres se afeitaban conduciendo: sacando el tiempo de debajo de las piedras, je.

Nos bajamos en South Kensington.


Y tomamos rumbo a la calle (carretera) Cromwell.


Nos dirigíamos hacia el Museo de Historia Natural (Natural History Museum). Este era uno de los tres sitios básicos a los que me propuse llegar en este (primer) viaje a Londres. Había visto tantas cosas de estos museos en reportajes y en libros que estaba emocionado.

Había dos entradas al museo. Fuimos al de la fachada de la calle (carretera) Cromwell antes mencionada.








Ya en la entrada nos esperaba un enorme Diplodocus.

Imposible relatar la cantidad de "cosas" que había en este museo y quería ver otros, así que tuvimos que ir follados por allí. Igual la próxima vez me (nos) dedique(mos) a pasar todo un día en este museo tan impresionante.

Un celacanto (pez creído extinto).

Huesos de un Moa: el ave más grande que ha existido (en los cuentos de Aladino se le llama Rock)

Lo que viene a continuación me emocionó un montón: Es el fósil de un ictiosaurio que descubrió Mary Anning. Una mujer y paleontóloga del siglo 19. Con solo 12 años descubrió este fósil. Había leído muchísimo sobre este descubrimiento cuando era pequeño, y quieras que no, estas cosas al final se recuerdan.




Los restos de dos dodos. Exterminados por los europeos en menos de 100 años después de su descubrimiento. Una pena.


Esta sala estaba dedicada exclusivamente a minerales. Brutal.

Al fonde de ella, las piedras preciosas, y alguna que otra pepita de oro (grande de cojones).


Una secuoya. Corte transversal. Desde el centro la exterior había marcas que señalaban los anillos y qué ocurrió en ese año: nace el árbol, nace el cristianismo, llegada de Colón a América, etc. Sí, el árbol era viejo con ganas.

Vista desde la secuoya hacia abajo

Gente comiendo en los jardines exteriores

Un repaso rapidito:

Museo de Historia Natural
Precio de la entrada: Gratis excepto las exposiciones en las estancias exteriores.
Nota: Si te gustan los animales en todas sus formas, este es tu museo.


Había que comer y moverse. Nos dirigimos hacia Marble Arch. Salimos de ahí para ir a la calle Oxford (Oxford Street).

Ea, pues de compras como buenos turistas. Hicimos las compras de rigor para amigos/familia y después a andar calle abajo a tomarle el pulso a la ciudad.

La mezcolanza andando por Oxford Street era brutal. De pronto te encontrabas con un punky como que te cruzabas con una chica (suponemos) con un burka. Las calles limpísimas y que solo circulaban taxis y autobuses, aunque esto no quiera decir que se quitaran los atascos. Alguna que otra vez se veía algún coche pero en general la circulación densa era de autobuses y taxis (no quiero ni imaginar como era antes la circulación cuando no estaban prohibido el que circularan los coches particulares).

Fuimos a comer a un McDonalds (globalización power) y me atendió una chica con rasgos asiáticos. Ni ella ni yo nos entendíamos cuando hablábamos. Brutal. Al final mediante el lenguaje universal (y no es el del amor), pude señalarle lo que quería. Increíblemente fue el único momento en que me encontré impotente para poder comunicarme con alguien de allí. Una cosa que nos sorprendió respecto a la globalización (o a los McDonadls de España) es que el Ketchup en vez de ir en bolsitas iba en lo que van las salsas para las patatas de luxe.

Vamos a por las compras de verdad. Como dije anteriormente estábamos en rebajas. Entramos en un footlockery encontramos una muy buena oferta en la parte de arriba: unos zapatos de futbol (multitacos) para alejandro de una buena marca (paso de decirla) por 10£. Al final Babé también picó con unos zapatos para su trabajo de puta madre, pero a 25£. La chica que nos atendió (una chica bajita y rubia teñida) nos quería vender la tienda entera, menos mal que sé decir que no.

Estoy pagando con tarjeta cuando me da por mirar el precio total: 20£. Al parecer como la oferta de los zapatos estaba "fuera del sistema", la chica se equivocó y cobró también los otros a 10£. Por mi bien.

Vale, ya íbamos cargados. Dos opciones: o volvíamos al hoter y nos quedábamos allí o intentábamos ir a algún sitio más. La segunda opción, que pies tenemos dos y viaje solo uno.





Ahí tenéis el Big Ben. La noria que se ve a la izquierda es el London Eye. La segunda razón por la que quería venir a Londres. La noria más grande del mundo. Cuando llegamos (las 16:00 horas hora local) había relativamente poca gente. Después aquello petó. El precio de las entradas es relativamente caro, pero merece la pena para tener las mejores vistas de Londres.

Mientras pagaba los tickets enseñé mi DNI al empleado de venderlos y más o menos fue esta la conversación.

- Aquí tiene mi documento acreditativo.

- No se preocupe, le creo.

(Desde el despacho de la derecha otro empleado me empezó a decir con mucha guasa) - Yo no le creo, quiero verlo.

Le enseñé el DNI y la foto de Babé.

- Ha cambiado usted mucho.

- Sí, y a peor.

Y soltamos varias carcajadas.

He de decir que los empleados eran negros.

ATENCIÓN: No soy racista (los que me conocen lo saben), pero el término afro-americano, además de no decir nada en Europa, es una soberana gilipollez, porque si nos atenemos a ello, los marroquíes y/o los egipcios emigrados a EE. UU. serían también afro-americanos. Por lo que desecho este término estúpido y me quedo con el de negro que solo "explica" el color más oscuro de piel de estos ingleses.

Por cierto, los "blancos" eran mucho más estirados y más antipáticos. En el hotel había una rubita que a parte de ir todo el tiempo despeinada parecía que se había comido un limón o que se había puesto 3 tallas de menos en las bragas.

Continuo, que me disperso bastante. Vuelta al metro.



A continuación unas vistas desde el interior del London Eye.

Babé se impresionó mucho al ver lo alto que era pero al final transigió y nos montamos. La verdad es que como va despacio no te da la sensación de que te vayas a caer ni nada por el estilo. ¡Ah! Además está sobre el Támesis.







































Bien, salida del London Eye y nos encaminamos a la abadía de Westminster,

Un repaso rapidito:

London Eye
Precio de la entrada: Caro.
Nota: El mejor mirador de Londres.

















Ya que estábamos allí, decidimos dar un "paseo" hasta la National Gallery. Por el camino nos "cruzamos" con la Downing Street. Desgraciadamente esta calle está cerrada al "público" con unas verjas, policías y militares para que no se acceda a la vivienda del primer ministro.

Llegamos a Trafalgar Square. Allí, en lo alto de lo que parece un obelisco está la estatua a Nelson. Un amigo mío dice que cada vez que pasa por allí escupe por ser él el causante de tantas derrotas españolas. Mi opinión es otra: si no hubiera sido él, habría sido otro.

Flanqueando esta estatua, hay 4 leones enormes, que para ser tan grandes tienen un alto nivel de realismo.

¿Qué estará mirando el niño que está en el culo del león?

Llegamos a la National Gallery y nos encontramos con un concierto en una de sus salas. Un montón de público allí tirado por el suelo sin poder ver bien los cuadros. Babé se percató que las salidas del aire acondicionado estaban en el suelo (en vez de cerca del techo que es lo habitual). Supongo que es porque normalmente hace frío en vez de calor que era lo que estábamos pasando allí, y claro es más fácil caldear una estancia con las salidas en el suelo que en el techo.

Cuando no habíamos visto ni una mínima parte del museo empiezan a echarnos. Total, que vimos poco (otra razón más para tener que volver, jejejeje).

Mientras volvíamos decidimos hacer una cena en la habitación: compramos bebercio y comercio y nos dirigimos al hotel.

Llegamos al hotel y después de soltar las compras nos dirigimos al bar: estaban echando el Alemania-Turquía.

Después nos quejamos de la televisión española. Pues bien, la BBC estaba retransmitiendo el partido y unas veces no oían los comentarios (bueno, no está mal) y otras aparecía un cartelito pidiendo disculpas porque no les llegaba la señal.

El caso es que vimos goles de Alemania (los alemanes parroquianos del bar lo festejaron) y de Turquía los camareros y amigos del camarero también lo festejaron.

Al final, triunfo de Alemania. Menos mal. Si les hubiésemos ganado a Turquía en la final seguro que hubiera habido algún gilipollas que le habría restado méritos a conseguir esta Eurocopa en vez de enfrentarnos a Alemania.

La próxima actualización más.